Navidad en las empresas (Parte 1/2)
Motivar a las personas en el trabajo sigue siendo una asignatura pendiente de aprobar por muchos directivos. La motivación es difícil por varias razones:
1) No es una cuestión cuantificable dentro de la jornada laboral por la Alta Dirección. Para motivar, el directivo tiene que creer en ello e introducir en la organización las condiciones para que las personas se encuentren en un ambiente satisfactorio.
2) Cada persona se motiva de distinta forma, lo que vale para una no sirve para otra.
Pero aunque cada persona es distinta, tampoco se trata de que el equipo directivo invente mil maneras de satisfacer a los trabajadores, ya que hay pautas comunes de comportamiento en el colectivo de los empleados. Una de ellas es estudiar la percepción que tiene el trabajador cuando recibe, en las fechas de Navidad, alguna retribución en especie por parte de la empresa, como un regalo (típicamente una cesta con alimentos y bebidas) o la comida o cena de fin de año.
De este tipo de retribuciones en especie, se cuestiona si motivan o no al trabajador. Algunas lo consiguen y otras no, depende de cómo se enfoquen.
La comida o cena de Navidad, de asistencia voluntaria, es algo tradicional en algunas empresas que se ha desarrollado mucho en los últimos años como una forma más de comunicación, dentro de la gestión de recursos humanos de las organizaciones. Este acto se considera de comunicación descendente y ascendente. Descendente, de la Dirección hacia abajo, porque algunas empresas lo aprovechan para reunirse, felicitarse la Navidad, agradecer la participación durante el año que termina y dar ánimos para el que viene. Otras empresas van más allá y, en ese ámbito de reunión, se comunica a los trabajadores datos de cómo ha ido el año y las perspectivas futuras. También se puede rendir homenaje a los que se jubilan y hacer otras cosas. Así mismo es comunicación ascendente, de los trabajadores hacia arriba, porque un empleado puede aprovechar el evento para hablar con sus superiores.
¿Están justificados el regalo y ágape de Navidad? En bastantes ocasiones no. (Continuará).
Ángel Baguer Alcalá