Alta dirección: La globalización NO es el enemigo
La alta dirección goza de nuestra admiración. No es fácil dirigir una empresa, nunca lo ha sido. Es necesario entender correctamente el entorno y las necesidades de los clientes, conocer a la competencia, asegurar una operación confiable, cuidar las finanzas y respetar un sinnúmero de reglamentaciones gubernamentales.
Las empresas, sean pequeñas o grandes, son sistemas formados por recursos materiales, información y personas que interactúan entre sí para alcanzar objetivos. Son complejas, dada la cantidad de elementos y vínculos entre ellos y con el medio que las rodea.
En el contexto internacional, los avances en telecomunicaciones y transporte contribuyen a que el mundo esté cada vez más integrado. Adicionalmente, están emergiendo poderosos competidores, tales como China e India. Como consecuencia, aumenta constantemente la dificultad para comprender la realidad y decidir cómo desenvolvernos en ella.
¿Qué hacer ante este entorno? ¿Es posible que las empresas de países en desarrollo puedan sobrevivir?
En nuestro trabajo de asesoría a empresas hemos encontrado que la mayoría de las veces su fracaso se debe a causas internas, no externas. El aumento de la complejidad del entorno y la competencia extranjera contribuyen a amplificar las consecuencias negativas de los errores que se cometen, mas no son el problema de fondo.
Dr. Héctor D. Debernardo, hector@puenteempresarial.com
Dra. Margarita Hurtado Hernández, margarita@puenteempresarial.com